Publicado en Crecimiento personal, grafología

Ejercicio para cuando te sientes atrapado en ese pasado «superado»…

escribiendoCrees que has trabajado esos hechos que marcaron tu caminar por la vida, que estás en un punto distinto, creciste un nivel más, puedes verlos sin que te provoquen ese dolor, o esa rabia que en su día marcaron y hoy… algo te hace conectar con ello de nuevo y crea esa sensación de mal estar, de “para qué”…

Si es así como te sientes y un día pudiste darle la vuelta, adelante… en tus manos está revertir esa sensación, no tapándola, sino  superándola.  Ten muy claro e identificado, qué te pasa, qué te hizo conectar con ello y qué crees que te ha hecho sentir así nuevamente. Escribe todo ello, sin pensar, sin filtro, como una lluvia de ideas, da igual si crees que no tiene sentido, sigue escribiendo y cuando creas que has terminado, dale otra vuelta más, y otra más, contra más escribas, más saldrá de dentro.

Seguramente, saldrán cosas que  al no ser pensadas ni las habías identificado, quizás son estas las primeras que vas a tener que trabajar.

Escoge la que más te ha provocado esa sensación de sorpresa, de desagrado, de agrado… y activa un plan de acción para revertirla. Puede ser que haya cosas que no las puedas trabajar con la /las persona/as, porque no te apetece o porque ya no están en tu vida… quizás puedas escribirles una carta donde expresas todo lo que te hizo conectar con esa emoción. Una vez escrita, cierra los ojos y imagínate que se la entregas, luego la puedes quemar, tirar… Otra manera, puedes coger una foto y mantienes una conversación y le explicas que te pasó con el hecho que sucedió.

Si prefieres, puedes contactar conmigo y me cuentas en qué punto estás, de allí en adelante tú decides si quieres emprender un ese viaje acompañad@. Tu primer encuentro es gratuito.

Espero os haya servido 🙂

Saludos,

Ester Echeverría

Publicado en Familia, inteligencia emocional

Empiezan las vacaciones…


vacacionesLos niños deseosos de olvidarse de los libros, deberes, extraescolares… y los padres pensando qué hacer con ellos porque todo el día en casa, las tablets, juegos electrónicos, tele… y seguimos trabajando, esperando las vacaciones porque “ya no damos más”.

Es momento de parar y resetear, porque todos nos lo merecemos, padres e hijos.

Pasadas las vacaciones, nos llega gente que nos cuenta que este periodo de descanso,  ha sido un discutir continuo con los hijos, con la pareja… que todo el día juntos provoca muchos más roces. Otros justo lo contrario, que se dan cuenta como el día a día les quita la posibilidad de disfrutar de los hijos y de la pareja y que en vacaciones, es el momento que más comparten y  cuando todo vuelve a la rutina extrañan esos momentos de convivencia.

¿Qué te gustaría que pasara?

Planeamos ese viaje, ir a la playa, de cenita con los amigos…. Pensamos en esas merecidas vacaciones que venimos planeando ya hace unos meses. Pero dime, les has preguntado a tus hijos qué le gustaría hacer o cómo le gustaría disfrutar de ese momento en el qué vais a compartir tantos ratos.

Si hablo por mí, muchas vacaciones han sido organizadas sin preguntarles, porque son pequeños, porque somos los padres los que decidimos, porque…

Hoy me encanta preguntarles qué quieren hacer y entre lo que quieren y lo que queremos hacer, buscamos el plan perfecto. Plan perfecto para que todos disfrutemos, para que nuestra actitud y nuestro humor sea el mejor, para qué respetemos que alguna vez nos tocará un plan que no gusta tanto y que al otro le hace tan feliz.

Creo que es muy importante recordar que un día fuimos niños. Preguntémosles a nuestros hijos que es lo que les apetece. Hablemos con ellos y planifiquemos juntos, da igual la edad, lo más importante es que todos podamos compartir momentos inolvidables, independientemente del plan que toque.

 Démosle la palabra y escuchémosle,  es un ejercicio muy valioso si lo trasladamos a otros ámbitos de la vida. Los entrenamos a expresar, a empatizar, a respetar, a escuchar y a sentirse escuchados. Creamos diálogo en casa, confianza padres e hijos…. Hoy lo hacemos planeando las vacaciones pero mañana puede venir tu hijo a contarte qué le pasa, le has enseñado qué en casa se puede hablar, expresar y sentirse escuchado.

¿Que estas planeando para estas vacaciones? Comparte con quien más te quiere y pregúntale qué le gustaría hacer,  mira si son los mismos planes, quizás no es lo que tú tenías previsto. Si nos paramos a pensar programamos hasta el tiempo libre. Muchas veces no damos cabida a “hacer nada”.

Feliz semana

Ester

 

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

Creemos que…

ayudaa
Creemos que pedir ayuda es mostrar que no has sido capaz de…
Creemos que si pedimos ayuda es porque solos no hemos sido capaces de…
Creemos que si pedimos ayuda sabrán que somos vulnerables.
Creemos y creemos y esas creencias que nos vienen al presente nos ocupan en la mente tanto, que cuesta deshacer ese lió mental.
Si pedimos ayuda es porque lo hemos intentado una y otra vez y necesitamos alguien de fuera para que nos de una visión distinta a la que tenemos.
Si pedimos ayuda somos personas que accionamos y  a pesar de no obtener los resultados deseados seguimos caminando hacia nuestro objetivo, no nos rendimos.
Si pedimos ayuda es porque sabemos que tenemos gente que nos quiere y nos valora y desde el amor nos tiende una mano.
Si pedimos ayuda es porque sabemos lo que queremos, porque lo hemos intentado de todas las maneras, porque sabemos que está aquí no más… pero falta un saltito. 
Pero sobretodo, agradecemos esa mano que a veces sin pedirlo está para apoyarnos.
Esta imagen que se me ha cruzado hoy en mi camino y que quiero compartir contigo es para dar las gracias a todos los que a lo largo de la vida me habéis tendido la mano sin yo pedirla, gracias a los que la habéis tendido cuando os la he pedido. Gracias por tanto amor 
Feliz Semana amigos
Ester Echeverría
Publicado en Familia, inteligencia emocional

Pequeña Heidi…

imagesYO2G5I7BHoy, después de un fin de semana intenso, tengo que decir que no podría definir en qué momento de mi vida estoy.  ¿Os ha pasado alguna vez? ¿Os habéis planteado cuán felices sois o estáis?

Pues bien, hoy os voy a empezar a contar la historia de una niña que ha vivido gran parte de su vida en modo sobrevivencia. Pequeña Heidi, sonrisa en la cara, ojos con brillo, ilusión por la vida, por la naturaleza. Placer cada vez que se sumerge en la naturaleza y huele yerba húmeda, neblina, árboles floreciendo… sentimiento de plenitud, totalmente feliz de la vida que estaba viviendo.

Con apenas 6 años empezó a crear personajes nuevos, las famosas máscaras de protección. Sin entender porque,  lo único que sabía es que le servían para que nadie preguntara y pasar así de manera desapercibida.  Hoy no toca entrar en detalles, pero si puedo decir que esa niña a medida que pasaban los años, y que por lo tanto, crecía… curiosamente ella notaba que se hacía más pequeña. No entendía el porqué le pasaba, pero si sabía para qué lo hacía. Para qué le abriera posibilidades que la hacían sentir mejor que el por qué. Esas máscaras eran su llave de oro, era su para qué de oro.

¿Cuántas mascaras de tu infancia crees que han condicionado tu presente?

¿Crees que tu pasado ha influido en tus elecciones de hoy?

Últimamente oímos VIVIR EL AQUÍ Y AHORA, estar al 100% presente. El pasado es pasado, pero cómo pasado que es, nos tiene que servir para tomar conciencia y desde aquí revisar nuestras decisiones de presente para poderlo vivir al 100%. Si nos olvidamos de él, ¿cómo sé que no me va a pasar lo mismo y en unos años tendré que estar revisando más recorrido aún?.

Vivamos el presente sin olvidar nuestra memoria, nuestra vida, nuestro pasado… pues hoy somos lo que somos por una vida entera, no únicamente por el presente.

Feliz Semana

Ester