Tengo miedo

¿Para qué dudas?

Soy de las que piensan, y están convencidas, de que el miedo paraliza. Pero mentiría si digo que no lo siento en más de una ocasión.

En la toma de decisiones, en querer preguntar todo, en el por si acaso, en pensar qué dirán, en sentirme juzgada…

¿Te has sentido así alguna vez?

¿Qué es lo peor que puede pasar si no preguntas, si tomas una decisión por ti misma?

Algo que funciona es analizar donde está realmente la duda. Identificar lo que te está frenando. Por ejemplo: Inseguridad, aprobación, ser juzgada

Vamos al gimnasio para sentirnos bien, y eso que la mayoría de las veces cuesta ir, pero procuramos establecer una rutina y poco a poco se convierte en un hábito. Eso nos hace sentir bien, ya no nos cuesta.

Pues aquí va el nuevo ejercicio: Cuando tengas miedo, pregúntate a qué le tienes miedo. ¡Se honesta, no te engañes!

Mira estos ejemplos:

*Tengo miedo al fracaso: pregúntate: ¿Qué significa fracaso para mí?, ¿Cuántas veces he fracasado? ¿Qué pasa si tomo esa decisión y fracaso?, ¿Cómo me voy a sentir? Una vez desgranes cada una de las preguntas, te va a ser más práctico tomar la decisión, pues has medido las posibles consecuencias, variables…

*No se como comunicar esta noticia: pues repetimos el mismo proceder. Lánzate todas las preguntas posibles y luego decide en consecuencia.

El miedo paraliza, inmoviliza… pero el miedo evaluado, hace que puedas tomar decisiones. Luego ya analizarás los resultados.

Camina siempre, no pares, porque la vida pasa y no te espera

Ester Echeverría Noci

SOLTANDO EL EXCESO DE EQUIPAJE

Como si se arrastrara cargando una maleta pesada se dirige al inicio de un nuevo camino.

El día uno, empieza a guardar en ella experiencias, decisiones, decepciones, fracasos, logros, tristeza y alegría. El día dos, más, y así va añadiendo y soltando cosas de su maleta, para que no le pese a fin de año.

Este año, suma esfuerzo, sacrificio, pérdidas, duelos… y llega al 360, sabiendo que no ha vaciado lo suficiente para poder ir añadiendo más vida en su maleta.

Siente vértigo, pero sabe que quedarse sentado, mirándola, no va a hacer que el nuevo viaje sea más ligero.

Primero, ha tenido que despojarse de los miedos, empezando por reconocerlos y aceptarlos. Uno cree que es fácil pasar el día a día, pero a veces la vida te da un toque y te dice que no todo está bajo control.

Lidiar con ese peso de saber que sus decisiones han podido marcar un rumbo equivocado no es fácil. Pero cierto es, que nadie sabe que sería de su vida sin esas decisiones.

A pesar de arrastrase, sabe que hay que vaciar y empezar de cero, pese lo que pese, pues la vida es un regalo que no se puede desperdiciar.

Toca empezar de nuevo y para ello lleva a sus compañeros de viaje para que le ayuden a aligerar, vaciar, tirar y guardar lo que realmente merece la pena.

Hay una nueva oportunidad y queda poco para vaciar esa maleta y dejarla libre para el nuevo viaje que está a punto de empezar.

Hubo un maestro que le dijo, sigue a delante, ama a tu familia, haz feliz a tu pareja, a tus hijos, tanto como ellos te hacen feliz a ti. Ama por encima de todo.

Empieza este nuevo año valorando los fracasos y los logros que has tenido.

Ve y abraza a tus seres queridos y diles cuánto los amas.

Ten esa conversación que tanto te cuesta, antes de que sea tarde.

Por último, dedícate un tiempo para ti. Escúchate y pregúntate si estás orgulloso de ser quién eres.

Feliz Año de todo corazón

Ester Echeverría Noci

Decisión

Creemos que tomar decisiones puede ser complicado y yo diría que… puede ser! Ahora bien, piensa esto: cada día tomas millones de decisiones. Desde que abres los ojos, hasta que te vas a dormir estás tomando decisiones.

El tema está en que funcionamos con piloto automático y creemos que hacemos lo que toca. Pero ¿Quién elije tomar café y una tostada cada mañana? ¿Quién elije ir en moto, bus… al trabajo? ¿Hacer una llamada ahora o más tarde?….

Aquí está el gran qué de la cuestión, cuando nos cuesta tomar una decisión pasa por nuestras inseguridades, nuestras dudas, nuestras creencias. Quizás falta un poco de confianza.

Fíjate bien que las decisiones donde no hay una emoción asociada, son rápidas y fáciles de tomar.

Te invito a que un día, el que tu quieras, tomes papel y boli y anotes cada vez que tomes una decisión y cuantifícala del 1 al 10 según el grado de dificultad en tomar esa decisión. Este ejercicio nos ayuda a identificar bien que creencias nos están limitando, identificar qué nos hace entrar en un bucle y por tanto consumir una energía que podemos destinar a otra cosa.

Ya me cuentas que tal te ha ido!

Feliz semana 🙂

Ester Echeverría

Nos montamos una película…

Mando un mail diciendo: «…tal día daré una fiesta y si quieres pasarte me encantaría recibirte, cariños Ester».

Llega el famoso día y apenas está el 40%, Que frustración, ¿Qué habré dicho o hecho para que no quieran ni venir a celebrar conmigo?…. ¿Sabéis donde está el error?: resulta que yo notifiqué algo, pero no pedí que me gustaría compartir contigo ese momento. Resulta que no hice una petición, sino que notifique algo ¿Veis la diferencia?

Cuando quieras comunicar algo, fíjate si el que lo recibe va a entender lo que realmente estás diciendo.

Solemos interpretar la información y eso es lo que nos lleva a graves errores que podían haberse evitado. Interpretamos y muchas veces sin fundamento alguno. Es por ello que antes de sacar conclusiones mide todas las variables que son reales, especificas, cuantificables.

Un ejemplo que solemos encontrar en el entorno de empresa, pero que se aplica a cualquier ámbito de la vida. «La mayoría de mis compañeros, incluido mi jefe, consideran que no soy valido en mi trabajo». Bien, analicemos: ¿Cuántos compañeros exactamente lo piensan?, ¿en base a qué han hecho esta afirmación? ¿Cuántos te han dicho, personalmente, que no eres valido? ….

Empiezas a desgranar y a cuantificar los hechos y resulta que un compañero de otra planta dijo que el informe que hizo podría ser más completo, teniendo en cuenta, el puesto y el cargo que tiene. Pero lo que él recibió es fruto de toda una interpretación y suposición, interpretó un comentario y lo dio por válido, le dio todo el poder, tanto es así que resulta que ha llegado a la conclusión que él no es valido, cuando en realidad se habla de que el informe es el mejorable.

Muy importante, cunado demos Feedback a alguien, tanto positivo como «mejorable» (por no decir negativo, que no me gusta), démoslo sobre el hecho y no sobre la persona. No es lo mismo decirle a tu hijo que es tonto, que decirle, para qué haces estas tonterías. El primero ataca a la persona, el segundo al hecho.

Estos días estoy dando en mis RRSS tips sobre el poder de la palabra. Pequeñas distinciones que pueden hacer que tus conversaciones sean mucho más productivas.

Sígueme y cualquier consulta dime

Gracias por leerme 🙂

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

Justo hace un año….

Photo by Luis Fernandes on Pexels.com

A un año de que empezó este gran cambio de vida a nivel mundial paro a reflexionar que ha pasado mientras transitaba por él.

Momentos de miedo, preocupación y ocupación a la vez, soledad, agobio …. un sin fin de emociones me invaden y me producen una sensación rara en mi.

Siento alegría por estar bien, porque la gente más próxima está bien, porque han habido nacimientos y eso es un indicador de que la vida sigue. Siento tristeza, por las pérdidas, por la distancia que nos ha tocado vivir, por esa desafectivización a la que nos ha llevado este querido virus, pandemia o el nombre que querramos ponerle. Somos latinos, sangre caliente, nos gusta el abrazo y el beso y eso se ha cortado en seco, pero hemos aprendido a desarrollar otros sentidos, nuestros ojos brillan más en todo sentido, mírame y verás si estoy triste o alegre, distinguimos ese brillo como nunca antes.

Hay momentos en que me veo luchando contra viento y marea al igual que Quijote luchaba contra los molinos. Hay otros en que visualizo mi vejez, feliz llena de luz y rodeada de la gente que más amo.

Gracias por este año tan complicado, pues he aprendido a valorar más lo que tengo y siento y a desvalorizar más otras tantas cosas que antes eran prioritarias.

Acordémonos de la importancia de agradecer, pues generamos una energía de plenitud, porque ponemos el foco en lo positivo que nos ha pasado y eso nos permite caminar.

¿A qué le darías gracias tú?

¿Qué es lo más valioso para ti hoy?

¿Coincide con lo que pensabas hace un año?

CUÉNTAME

Buen fin de semana,

Gracias por ser y estar.

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, inteligencia emocional

….cuando los ánimos van difuminándose…

QUIERETE

A un año de que empezó la COVID 19, y veíamos la posibilidad de sacar algo positivo de todo esto, la gratitud de poder esta Con tu núcleo más íntimo 24 horas 7 días, pensando que eran 15 días, luego un mes y luego…

Sentimos que hemos perdido muchas cosas en el camino, ni hablar de seres queridos y cercanos, en el trabajo, amistades… Un dolor profundo y una impotencia tremenda….Sin embargo, si me estás leyendo es porque estás aquí, y quizás, hay una parte de ti que quiere recuperarse y volver a sentirse como antes.

Te engañaría si te dijera que yo no estoy igual, llega un punto que el agotamiento físico y psíquico puede con las ganas de… Todos nos hemos tenido que readaptar, reinventar, buscar de donde no hay, darte cuenta de quién te quiere y te da la mano…

De lo que más me he dado cuenta es que yo soy la primera que puedo ayudarme, así que tú eres el primero que puedes ayudarte.
Si te sientes identificado, y crees que un empujón puede accionarte para hacerte una guía, un plan, para salir del enroque en el que te encuentras, escríbeme!
Primera sesión gratuita! Luego tú decides!

TE ESPERO!

FELIZ SEMANA

¿Y de sus emociones…?

Guia EmocionesLes enseñamos/acompañamos a caminar, a comer con cubiertos, a montar en bicicleta y…  nos preocupamos/ocupamos por su nivel de inglés, de matemáticas, que escriban bien… ¿Y de sus emociones? ¿Nos ocupamos de que aprendan a distinguir si están tristes o enfadados, contentos,  ilusionados… de que puedan expresar sus emociones o estados  tal cual son sin dañar a otros?

Estamos centrados en qué extra escolares tienen que hacer, que notas tienen que sacar, que es aceptable y que no, y el resultado suele tener alguna consecuencia (para bien o para mal)

Nos ocupamos de que estén preparados para la sociedad competitiva en la que se vive, a una escala profesional: que tengan estudios, idiomas, actividades complementarias, universidad, máster…. Pero qué importancia damos al aprendizaje emocional? Desde mi, es fundamental que lo tengan, porque sin este aprendizaje nuestros hijos no serán felices, ni los veremos triunfar por muy preparados que estén.

Cada uno de nosotros siente a su manera las emociones, no vale con decir:”película de terror igual a miedo”, pues no para todos  es miedo.  No es lo que siente solamente, sino cómo siente y que peso tiene. Es importante que sepamos transmitir a los niños que no todo se resume en: “alegría, tristeza, miedo, enfado, sorpresa…”, poco a poco hay que dejarles que describan bien que sienten: “Felicidad, satisfacción, optimismo, tranquilidad, ira…” y que lo puedan expresar sin censura, pero a la vez con respeto y sin dañar. Si se sienten incomprendidos, si les decimos:”no pasa nada”, “esto es una tontería, no vale la pena que te pongas así”… la próxima vez puede ser que no vengan a contarnos lo que les pasa o como se sienten.

Es algo a lo que le estoy dando muchas vueltas, pues como madre pienso que fallaría si no les enseño y transmito que por encima de todo priman los valores y el poder decir lo que piensan sin herir a la persona que tienen delante. Quiero que puedan decir  “no” sin sentirse culpables y sintiéndose responsables de ello, expresar cómo se sienten independientemente del ámbito en el que estén. Supongo que para ello, hay que mostrarles que todos sus sentimientos, sus emociones y sus decisiones son legítimas y no juzgarlas, simplemente escucharles y acompañarles en su sentir.

Es un camino que me resulta trabajoso, pues requiere mucho de uno mismo, en el sentido de que no todos los días son  el mejor día y que como todo ser humano hay días que el umbral de paciencia o el de tolerancia no es el óptimo, pero sí es el camino que escojo (como coach y como madre) para darles a los niños la libertad de ser transparentes y que esta transparencia sea lo más sana posible, que les sea útil y un valor añadido en su aprendizaje para su futuro.

“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro.” Kennedy, John Fitzgerald:

Ester Echeverría Noci

Publicado en Familia, inteligencia emocional

“…Me siento orgullosa”

images1BNQ64VEAsí se sintió cuando se cortó la conversación con su hija por un llamado de teléfono y finalizado éste el Conductor del autobús le dijo: “Disculpe, puedo decirle algo? No he podido evitar escuchar la conversación con su hija y quedarme prendido de la misma. La felicito: que hija que tiene, que dialogo enriquecedor, cómo ha podido ella hablar y contar lo que le pasa y saber distinguir que a pesar de que le parecía injusto una actuación de su maestra y que le generaba una emoción fea y que lo primero que le pasaba por la cabeza era faltarle el respeto, la niña sabía que no lo podía hacer, por no saber cómo gestionarlo.  Más increíble aún es cómo usted le ha hablado, le ha animado a que diga siempre lo que piensa, con respeto y cariño. Que nunca se guarde algo que quiere decir, que las cosas dichas bien por muy negativas que parezcan, no pueden hacer daño. La felicito, por la capacidad de su hija al hablar -no llega a diez años- y porque usted ha estado brillante”. A la madre le caían las lagrimas y agradecía al Sr. Conductor las palabras que le acababa de decir, simplemente le dijo: “me ha emocionado, es un trabajo duro, pero para mí mis hijos son personas y no tienen que tener miedos por decir lo que sienten. Es un trabajo arduo, pero es el mejor trabajo”.

Es tan importante que los niños aprendan a decir lo qué sienten y que nosotros adultos les enseñemos a que pueden y deben hacerlo, por su bien! porque es un aprendizaje, porque no tienen que tener miedo a expresar algo que no les gusta. Tenemos que enseñarles a qué con amor, sin insultos, sin gritos, con respeto… todo se puede decir. Muchas veces decimos que se pierde la razón por las formas no por el contenido. Qué bueno que ellos puedan aprender desde pequeños que así es como tienen que obrar, porque el día de mañana se encontraran, un amigo, pareja, compañero, jefe, hijo… que en un momento dado le genere un conflicto, la ventaja que tendrán es que ya están entrenados a ser asertivos, porque más que entrenados es su manera de ser y es la que les va a permitir decirles lo que les pasa con lo que les están haciendo o diciendo.

Ester Echeverría

¿Me perdonas? Te perdono

perdón“Perdón”, palabra de tan solo 6 letras pero con un peso tan grande que a veces nos cuesta llevar encima.

El perdón es un principio de respeto para uno mismo y para los que nos rodean.  ¿Qué pasa que cuesta tanto pedirlo? Si tomamos conciencia de que hemos hecho algo que ha podido dañar a alguien, podemos aceptar que hemos podido equivocarnos, aunque para nosotros, estaba hecho con la mejor intención el que lo recibió no lo percibió así.

¿Pedir perdón es igual a mostrar nuestra vulnerabilidad, o a reconocer que nos hemos equivocado  y por tanto que nos toque el ego?

…¿Qué pasa que cuesta tanto? Ni siquiera nos perdonamos a nosotros mismos muchas veces, generamos un mecanismo de defensa, generamos una excusa para que pase como si nada…

Y cuantas veces una discusión, con los padres, cónyuge, hermano, amigo… nos deja mal, pero por lo que sea nos frena ir y tener una conversación que sane esa situación. ¿Para qué no hacerla? ¿Qué beneficio nos lleva tener ese tema cargado en nuestras espaldas? y… llevado más al extremo, ¿qué pasa si mañana esa persona ya no está? ¿Merece la pena?

El perdón tiene que ver con un sentimiento de amor,  es un momento mágico, pues une lo que se rompió, se reconoce un error y repara un daño. El tema está cuando se vive el perdón con un sentimiento de culpa.

Se me ocurre un análisis pseudoetimológico de la palabra perdonar. Per-donar: prefijo per; verbo donar. Per: significa a través, por; donar: regalar, dar. Si tomamos estos significados tenemos: donar a través, donar por; dar a través, dar por. Si aplicamos esto a la forma reflexiva, perdonarse, entonces tenemos estas posibilidades: a través de darse, a través de dar a sí -mismo-, dar por sí -mismo-, dar a través de sí. Ahora incluimos en estas expresiones lo que damos al perdonar, que es amor. Entonces podemos derivar de perdonar: dar por amor, dar a través del amor, a través de darse amor, a través de dar a sí amor, dar amor a través de sí.

Podemos decir que perdonar a quién nos ha hecho daño y aceptar que se equivocó, nos une.

En Coaching, podemos ayudar a dar un paso tan importante como puede ser éste, pasa por el reconocimiento del daño, la valentía de aceptarlo y la fuerza de accionar para repararlo. Muchas veces pasa por perdonarse a sí mismo para perdonar a los demás.

No dejemos pasar la oportunidad de dar o de pedir perdón  tantas veces como sea necesario, pues hecho en el momento es un granito de arena en un desierto, pero suspendido en el tiempo es una roca que cuesta moverla.

Ester Echeverría

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, inteligencia emocional

Las rachas son como el tiempo…

amanecerSon las 6:30 am, parece que el sol tiene ganas de iluminar mi camino pero la luna todavía está presente. Camino hacia la parada del bus, pronto entro a trabajar. Me gusta la paz que transmite la ciudad, puedes escuchar y distinguir mejor todos los sonidos que te ofrece madrugar. Mientras estoy disfrutando de ese silencio matutino, dos voces fuertes interrumpen mi estado de paz. Cuando esas voces se  alejan me quedo pensando en lo que acaban de decir: “las rachas son como el tiempo, tienen que haber buenas y malas. El tiempo tiene que ser cambiante para que haya un equilibrio”.

Me llevé esta frase a mi vida, y pensé: “todo pasa por y para algo”. Estoy en un punto de cambio, y aunque por momentos pueda ver los días más grises que azules, siempre hay un rayo de luz que ilumina mi camino. Sigo mi intuición y acepto que estoy aquí y ahora y que, como dijeron estos chicos, ya vendrá otro día y equilibrará mi vida.

Lo que más me ayuda a poder tener esta paz son: mis valores y  ser fiel a mí misma. Aceptar que la vida son rachas no cambia mi realidad pero posibilita a que pronto vendrá un cambio, sin idealizarlo ni juzgarlo, aceptando que lo que pase será fruto de mis elecciones, desde este punto me responsabilizo de lo que pase y no culpo.

En mi nuevo rol de llevar un equipo de trabajo formado por personas donde los objetivos de vida y las edades son tan distintas, cuando pregunto: “quién hizo esta rotación, o este cambio, o repuso tal cosa… “ la respuesta siempre es la misma (independientemente de la persona): “es culpa mía”… siempre digo lo mismo: “aquí no hay culpas, hay responsabilidades”. Esto me hace pensar que funcionamos con piloto automático,  que estamos entrenados a culpabilizarnos y eso nos frustra porque defraudamos y nos hace sentir mal, pequeños…. Tomémoslo como una responsabilidad y una oportunidad de aprendizaje.

Y tu vida… en qué racha está?.

Un abrazo y feliz domingo

Ester

Publicado en Familia, inteligencia emocional

Empiezan las vacaciones…


vacacionesLos niños deseosos de olvidarse de los libros, deberes, extraescolares… y los padres pensando qué hacer con ellos porque todo el día en casa, las tablets, juegos electrónicos, tele… y seguimos trabajando, esperando las vacaciones porque “ya no damos más”.

Es momento de parar y resetear, porque todos nos lo merecemos, padres e hijos.

Pasadas las vacaciones, nos llega gente que nos cuenta que este periodo de descanso,  ha sido un discutir continuo con los hijos, con la pareja… que todo el día juntos provoca muchos más roces. Otros justo lo contrario, que se dan cuenta como el día a día les quita la posibilidad de disfrutar de los hijos y de la pareja y que en vacaciones, es el momento que más comparten y  cuando todo vuelve a la rutina extrañan esos momentos de convivencia.

¿Qué te gustaría que pasara?

Planeamos ese viaje, ir a la playa, de cenita con los amigos…. Pensamos en esas merecidas vacaciones que venimos planeando ya hace unos meses. Pero dime, les has preguntado a tus hijos qué le gustaría hacer o cómo le gustaría disfrutar de ese momento en el qué vais a compartir tantos ratos.

Si hablo por mí, muchas vacaciones han sido organizadas sin preguntarles, porque son pequeños, porque somos los padres los que decidimos, porque…

Hoy me encanta preguntarles qué quieren hacer y entre lo que quieren y lo que queremos hacer, buscamos el plan perfecto. Plan perfecto para que todos disfrutemos, para que nuestra actitud y nuestro humor sea el mejor, para qué respetemos que alguna vez nos tocará un plan que no gusta tanto y que al otro le hace tan feliz.

Creo que es muy importante recordar que un día fuimos niños. Preguntémosles a nuestros hijos que es lo que les apetece. Hablemos con ellos y planifiquemos juntos, da igual la edad, lo más importante es que todos podamos compartir momentos inolvidables, independientemente del plan que toque.

 Démosle la palabra y escuchémosle,  es un ejercicio muy valioso si lo trasladamos a otros ámbitos de la vida. Los entrenamos a expresar, a empatizar, a respetar, a escuchar y a sentirse escuchados. Creamos diálogo en casa, confianza padres e hijos…. Hoy lo hacemos planeando las vacaciones pero mañana puede venir tu hijo a contarte qué le pasa, le has enseñado qué en casa se puede hablar, expresar y sentirse escuchado.

¿Que estas planeando para estas vacaciones? Comparte con quien más te quiere y pregúntale qué le gustaría hacer,  mira si son los mismos planes, quizás no es lo que tú tenías previsto. Si nos paramos a pensar programamos hasta el tiempo libre. Muchas veces no damos cabida a “hacer nada”.

Feliz semana

Ester

 

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

Creemos que…

ayudaa
Creemos que pedir ayuda es mostrar que no has sido capaz de…
Creemos que si pedimos ayuda es porque solos no hemos sido capaces de…
Creemos que si pedimos ayuda sabrán que somos vulnerables.
Creemos y creemos y esas creencias que nos vienen al presente nos ocupan en la mente tanto, que cuesta deshacer ese lió mental.
Si pedimos ayuda es porque lo hemos intentado una y otra vez y necesitamos alguien de fuera para que nos de una visión distinta a la que tenemos.
Si pedimos ayuda somos personas que accionamos y  a pesar de no obtener los resultados deseados seguimos caminando hacia nuestro objetivo, no nos rendimos.
Si pedimos ayuda es porque sabemos que tenemos gente que nos quiere y nos valora y desde el amor nos tiende una mano.
Si pedimos ayuda es porque sabemos lo que queremos, porque lo hemos intentado de todas las maneras, porque sabemos que está aquí no más… pero falta un saltito. 
Pero sobretodo, agradecemos esa mano que a veces sin pedirlo está para apoyarnos.
Esta imagen que se me ha cruzado hoy en mi camino y que quiero compartir contigo es para dar las gracias a todos los que a lo largo de la vida me habéis tendido la mano sin yo pedirla, gracias a los que la habéis tendido cuando os la he pedido. Gracias por tanto amor 
Feliz Semana amigos
Ester Echeverría
Publicado en Escuela, Familia, inteligencia emocional

Todo pasa por y para algo

arcoirisColegio nuevo, mucho mejor: por su amplitud, por su naturaleza, por el cuadro docente… Todo pinta bien! aunque a veces puede resultar que ir a la escuela puede ser lo mismo que ir a la jungla y por lo tanto buscar todos los recursos para sobrevivir en ella.  Hay niños que sufren acoso por parte de algunos compañeros, que muchas veces queda justificado como  “pequeños incidentes”. Pero realmente, para el niño que lo vive ¿qué es?

Algunos se refugian en el deporte, otros se vuelven más malos que los malos para así creer que tienen el control… cada uno escoge lo que en ese momento le empodera.

Puedo decir que pasé por distintas vivencias en mi etapa escolar y quizás si las miro hoy desde la madurez, no todas fueron acertadas. Hoy, tengo dos carreras, soy Coach certificada y unas cuantas cosas más. Empecé con mi web y al poco tiempo llegó a mí la posibilidad de cursar PNC (Programación Neurocaligráfica) y a partir de aquí vi claro que parte de mi orientación en el mundo del Coaching quería que fuera en el entorno del niño.

Hoy pienso que si alguien hubiera detectado en mi lo que me estaba pasando en mis elecciones, bien fuera a través del arte de saber preguntar, cómo por mi letra, quizás me hubiera ahorrado parte de mi historia. Doy gracias a mi historia y aquí es dónde quiero hacer hincapié.

Hará poco más de un año decidí ir a la escuela dónde pasé parte de mi pre y adolescencia y les conté una “historia”, mí historia! y les dije que podía aportar un granito de arena al mundo educativo si sumaba mi baúl de herramientas con mis vivencias.

Doy gracias a todas las personas que creen en mí y que lo hicieron en su día.

Hace poco en una conversación sobre educación y enseñanza hablábamos de cómo el pasado nos puede hacer sentir mal. Pienso que en la vida las cosas pasan por algo y que en nosotros está superarlas.

A veces pienso qué hubiera pasado si mi realidad hubiera sido otra, pero la verdad es que lo desconozco. No sé donde estaría hoy, quizás gracias a mi pasado hoy soy la persona que soy y veo las cosas desde el aprendizaje que la vida me ha dado.

En el arcoíris existen todos los colores, pero…¿te gustan todos los colores? A mí no, pero el arcoíris me encanta, así que para ver la belleza completa tengo que ver todos los colores, sí o sí.

Gracias a disfrutar de todos los colores del arcoíris presento mi programa de Inteligencia Emocional, Coaching y PNC, aportando valores y actitud.

Quedarme con lo que creo que me funciona y con lo que no, me limita! Así que aplico el rediseño constante.

Adelante, olvídate de quedarte sólo con lo negativo o positivo de las vivencias y mira que puerta se abre por haber pasado por esa vivencia.

Feliz aprendizaje

Ester Echeverría

Publicado en Crecimiento personal, Familia, inteligencia emocional

Respetar la decisión de un hijo

Matías Garraf - copia.png

“Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas del ansia de la Vida por sí misma. Vienen a través vuestro, pero no son vuestros. Y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen” Gibran Khalil Gibran

El otro día fui a visitar a la naturista que atiende a mi hijo para comprarle el último libro que ha escrito relacionado con la alimentación y los niños. En un momento salió el tema de los padres y los hijos, de la comunicación, de darles la libertad que necesitan en cada momento….

Me contó que hace poco tuvo una conversación con su hijo menor, la cual voy a redactar a continuación:

“Mamá, mi situación laboral está mal en estos momentos, en las dos orquestas en las que toco han recortado presupuesto y ya no nos dan el sueldo mensual, nos pagan sólo por concierto y en el conservatorio en el que estoy me han rebajado el sueldo, yo así no puedo vivir. Me ha salido la oportunidad de ir al exterior hacer una demostración de violín. Qué te parece??

La madre le dice: “¿a mí me preguntas qué me parece? Es tu vida hijo! Yo ya he vivido mi vida y el día de mañana yo no estaré, haz lo que creas mejor para ti.

El caso es que el hijo terminado dicho trabajo se  fue a la India, país al que ha viajado con anterioridad y donde tiene a su “maestro”.

La madre me sigue contando: “ahora en unos meses tiene que venir y decirnos si vuelve a España o si se queda en la India, pero ya le he dicho a mi marido que tenemos que pensar en viajar a la India el próximo año, pues sospecho que mi hijo se quedará allí”

Camino a casa me di cuenta que estaba dándole vueltas a la conversación que acababa de tener y me pregunté qué es lo que me tenía atrapada de esa conversación. Pensé: “que par de lecciones me acaba de dar”, por un lado: la importancia de respetar la decisión de un hijo  y dándole  libertad a seguir construyendo su camino y por otro lado qué espíritu de vida, más si tengo en cuenta que está madre actualmente tiene más de 90 años, piensa en mañana con ilusión, alegría, con proyección, con ganas de hacer, de vivir!

 Traigo esta vivencia porque cuantas veces se nos hace difícil tomar las riendas de nuestra vida. Anteponemos a los hijos, a la pareja, a los padres…. , a esa  lista de porque sí o porque no hacer tal cosa… damos el peso a todo ello y quizás vamos en contra de lo que realmente nos gustaría, podemos decir que nos olvidamos de nosotros  mismos, bajo el dicho: “bueno, si así está bien…. total, es lo que hay…”

Muchas veces el discurso interno lo sabemos, racionalmente incluso podemos ver donde está “nuestra  trampa”, el tema es cómo salir de ella en beneficio nuestro y sin dejar que el discurso ponga límites a nuestras decisiones.

Cuando uno tiene familia, las decisiones se toman en beneficio del núcleo familiar, pero esto, no impide que sean propias y que por lo tanto seamos consecuentes con ellas. De esta manera uno va construyendo para sí mismo.

Quería compartir esta reflexión con vosotros, pues pienso que  a veces los miedos o lo que piensen o quieran los demás impide que tomemos “solos”  nuestras decisiones y que nos sintamos libres de escoger  el camino por el  que queremos andar.

Os invito a pensar en esta madre que sigue diciendo que demos libertad a nuestros hijos para que sean dueños de su vida, en la medida que les toque por la edad que tienen. Y apliquémoslo  a ellos, pero también a nosotros mismos, pues muchas veces proyectamos nuestros deseos o frustraciones en nuestros hijos, en cierta forma nos olvidamos de nosotros para vivir en ellos algo que hoy quizás ya no toca.

Ester Echeverría Noci

Publicado en Familia, inteligencia emocional

Pequeña Heidi…

imagesYO2G5I7BHoy, después de un fin de semana intenso, tengo que decir que no podría definir en qué momento de mi vida estoy.  ¿Os ha pasado alguna vez? ¿Os habéis planteado cuán felices sois o estáis?

Pues bien, hoy os voy a empezar a contar la historia de una niña que ha vivido gran parte de su vida en modo sobrevivencia. Pequeña Heidi, sonrisa en la cara, ojos con brillo, ilusión por la vida, por la naturaleza. Placer cada vez que se sumerge en la naturaleza y huele yerba húmeda, neblina, árboles floreciendo… sentimiento de plenitud, totalmente feliz de la vida que estaba viviendo.

Con apenas 6 años empezó a crear personajes nuevos, las famosas máscaras de protección. Sin entender porque,  lo único que sabía es que le servían para que nadie preguntara y pasar así de manera desapercibida.  Hoy no toca entrar en detalles, pero si puedo decir que esa niña a medida que pasaban los años, y que por lo tanto, crecía… curiosamente ella notaba que se hacía más pequeña. No entendía el porqué le pasaba, pero si sabía para qué lo hacía. Para qué le abriera posibilidades que la hacían sentir mejor que el por qué. Esas máscaras eran su llave de oro, era su para qué de oro.

¿Cuántas mascaras de tu infancia crees que han condicionado tu presente?

¿Crees que tu pasado ha influido en tus elecciones de hoy?

Últimamente oímos VIVIR EL AQUÍ Y AHORA, estar al 100% presente. El pasado es pasado, pero cómo pasado que es, nos tiene que servir para tomar conciencia y desde aquí revisar nuestras decisiones de presente para poderlo vivir al 100%. Si nos olvidamos de él, ¿cómo sé que no me va a pasar lo mismo y en unos años tendré que estar revisando más recorrido aún?.

Vivamos el presente sin olvidar nuestra memoria, nuestra vida, nuestro pasado… pues hoy somos lo que somos por una vida entera, no únicamente por el presente.

Feliz Semana

Ester