Linda frase verdad? Me he pasado el fin de semana escuchando y buscándole sentido a esta frase en una formación de Reingeniería del Éxito en el Instituto Kimmon impartida por César Martinez.
Y después de mucho reflexionar, creo que he pasado por la vida de puntillas y sin hacer mucho ruido, por no molestar… por el qué dirán… porque no valgo… porque no merece la pena… porque ell@s son mejores, yo no sé…
Dime… ¿se te ha pasado por la cabeza alguna de estas preguntas? Y ¿qué hiciste con ellas?
Pues bien, yo tenía la sensación de estar haciéndome camino, sintiéndome fuerte, dibujando mi futuro y que no me lo dibujaran. Tomaba acciones para seguir persiguiendo mi objetivo, pero sabes que pasaba…que tomaba acción y tenía claro el objetivo, pero cuando llevaba “dos días” había una excusa perfecta para que me fuera hacer las otras cosas, es que … es que … es que nada…. Excusas.
Vi como preguntaban cual era el objetivo que quieres y que valor te va ayudar a conseguirlo. Pero también vi, que por muy claro que sepa dónde quiero llegar, si no resuelvo, acepto, identifico y por lo tanto “perdono” ese pasado, mi objetivo en la vida va ser perseguir mi objetivo de vida. Paradójico ¿verdad? Sentada, escuchando cómo la gente se sinceraba y veía claro dónde quería llegar, sentía envidia… pues en lugar de motivarme, se caían más fichas de mi vida.
Bienvenidas sean, pero duele…duele ver que sigo en el camino de… A pesar de acabar agotada, quise preguntarle a Cesar ¿y ahora qué?, me dicen que tome fuerzas, me agarre a ese valor que tengo y que me va ayudar y resulta que a mí me cayeron varias fichas y con ellas unos cuantos valores. César me preguntó, ¿qué duele más, la historia que esa niña se hizo del dolor que pasó o el dolor que esa niña sufrió cuando era pequeña? Y claramente le respondí que el de la historia que se hizo la niña.
Eso me ha aliviado, pues descubrí que lo que me duele es la historia que me he hecho de mi vida y esa historia es la que me ha atado y bloqueado a conseguir mis metas. Si deshago esa creencia, por tanto ROMPO BARRERAS, me sentiré libre, ligera y preparada para comerme el mundo, para conseguir mis metas, para despegar.
Estaré preparada por si me mandan limones poder hacer limonada.
Gracias!!!
Ester Echeverría