Seguro que antes de que termine este mes te lo preguntarás.
Así funcionamos! Nos llenamos de propósitos cada inicio de año y claro está, toca revisión antes de empezar el nuevo año.
Lo primero de todo, querido lector, te pido disculpas por mi silencio. Ha sido un año intenso en muchos aspectos de mi vida y el último trimestre ha sido como ir en un tren de alta velocidad.
Hoy, aquí, sentada frente al ordenador me doy cuenta que extrañaba escribir y que es parte de las cosas que he perdido por decir “no tengo dos minutos”.
La vida pasa y no nos damos cuenta hasta que la perdemos. Es probable que estas Navidades falte algún ser querido en nuestras mesas. Os puedo asegurar que en la mía si! Y te das cuenta que la vida pasó.
Todos nos sabemos la teoría de que hemos de disfrutar y bla bla bla… Pero se sincero! ¿Crees que has vivido este último año siendo honesto contigo mimo? ¿Has logrado disfrutar cada día como si fuera el último? ¿Te has ido a dormir tranquilo habiendo hecho esa llamada que vas postergando, o sabiendo que no hay conversaciones pendientes? simplemente piensa si mañana esa persona no está ¿cómo te sentirías?
De este intenso año rescato muchas cosas, pero hay dos que las tengo grabadas a fuego: vivir como si fuera hoy el último día, irme a dormir tranquila de que no tengo conversaciones pendientes, que estoy en paz conmigo misma. Y por otro lado, ser honesta con mis valores. Honrarlos! Pues si no lo hago, me estoy faltando a mi y a mi entorno.
Seamos niños y hagamos nuestra carta de peticiones al Año Nuevo! no a Papá Noel ni a los Reyes Magos. Hazte una carta a ti mismo, sincera y emocionante, escribe qué es lo que te gustaría para este año que en breve empieza. Haz un dibujo, sueña como la niña de la foto sosteniendo un copo de nieve, pon una imagen en tu cartera con lo que quieres y si ves que tus acciones no van acorde para conseguirlo, rediseña y persiste.
Te mando un abrazo,
Ester
Muy bueno. Me encantó!