Son las 6:30 am, parece que el sol tiene ganas de iluminar mi camino pero la luna todavía está presente. Camino hacia la parada del bus, pronto entro a trabajar. Me gusta la paz que transmite la ciudad, puedes escuchar y distinguir mejor todos los sonidos que te ofrece madrugar. Mientras estoy disfrutando de ese silencio matutino, dos voces fuertes interrumpen mi estado de paz. Cuando esas voces se alejan me quedo pensando en lo que acaban de decir: “las rachas son como el tiempo, tienen que haber buenas y malas. El tiempo tiene que ser cambiante para que haya un equilibrio”.
Me llevé esta frase a mi vida, y pensé: “todo pasa por y para algo”. Estoy en un punto de cambio, y aunque por momentos pueda ver los días más grises que azules, siempre hay un rayo de luz que ilumina mi camino. Sigo mi intuición y acepto que estoy aquí y ahora y que, como dijeron estos chicos, ya vendrá otro día y equilibrará mi vida.
Lo que más me ayuda a poder tener esta paz son: mis valores y ser fiel a mí misma. Aceptar que la vida son rachas no cambia mi realidad pero posibilita a que pronto vendrá un cambio, sin idealizarlo ni juzgarlo, aceptando que lo que pase será fruto de mis elecciones, desde este punto me responsabilizo de lo que pase y no culpo.
En mi nuevo rol de llevar un equipo de trabajo formado por personas donde los objetivos de vida y las edades son tan distintas, cuando pregunto: “quién hizo esta rotación, o este cambio, o repuso tal cosa… “ la respuesta siempre es la misma (independientemente de la persona): “es culpa mía”… siempre digo lo mismo: “aquí no hay culpas, hay responsabilidades”. Esto me hace pensar que funcionamos con piloto automático, que estamos entrenados a culpabilizarnos y eso nos frustra porque defraudamos y nos hace sentir mal, pequeños…. Tomémoslo como una responsabilidad y una oportunidad de aprendizaje.
Y tu vida… en qué racha está?.
Un abrazo y feliz domingo
Ester
Me encanta leerte. Siempre aciertas con el tema y empleas las palabras necesarias para conseguir ese parónque da paso a la reflexión. Gràcies por ayudarnos a valorar lo mucho q tenemos y lo poco que lo apreciamos, a veces.