Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Familia

Nuestros hijos no son nuestros hijos…

CyM“Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas del ansia de la Vida por sí misma. Vienen a través vuestro, pero no son vuestros. Y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen” Gibran Khalil Gibran

Buscando un libro, apareció de nuevo en mis manos el último libro que le compré a la Dra. Guardiola (a ella le debemos una nueva gratitud porque fue la naturista que atiende a mi hijo y que logró que él hoy coma) relacionado con la alimentación y los niños. Y recordé la conversación que mantuvimos, donde salió el tema de los padres y los hijos, la comunicación, darles la libertad que necesitan en cada momento….

Me contó una conversación que mantuvo con su hijo menor, la cual voy a redactar a continuación:

“Mamá, mi situación laboral está mal en estos momentos, en las dos orquestas en las que toco han recortado presupuesto y ya no nos dan el sueldo mensual, nos pagan sólo por concierto y en el conservatorio en el que estoy me han rebajado el sueldo, yo así no puedo vivir. Me ha salido la oportunidad de ir al exterior hacer una demostración de violín. Qué te parece??

La madre le dice: “¿a mí me preguntas qué me parece? Es tu vida hijo! Yo ya he vivido mi vida y el día de mañana yo no estaré, haz lo que creas mejor para ti.

El caso es que el hijo terminado dicho trabajo se  fue a la India, país al que ha viajado con anterioridad y donde tiene a su “maestro”.

La madre me sigue contando: “ahora en unos meses tiene que venir y decirnos si vuelve a España o si se queda en la India, pero ya le he dicho a mi marido que tenemos que pensar en viajar a la India el próximo año, pues sospecho que mi hijo se quedará allí”

Camino a casa me di cuenta que estaba dándole vueltas a la conversación que acababa de tener y me pregunté qué es lo que me tenía atrapada de esa conversación. Pensé: “que par de lecciones me acaba de dar”, por un lado: la importancia de respetar la decisión de un hijo  y dándole  libertad a seguir construyendo su camino y por otro lado qué espíritu de vida, más si tengo en cuenta que está madre actualmente tiene más de 93 años, piensa en mañana con ilusión, alegría, con proyección, con ganas de hacer, de vivir!

Me ha parecido interesante compartir con vosotros  esta vivencia porque cuantas veces se nos hace difícil tomar las riendas de nuestra vida. Anteponemos a los hijos, a la pareja, a los padres…., a esa  lista de porque sí o porque no hacer tal cosa… damos el peso a todo ello y quizás vamos en contra de lo que realmente nos gustaría, podemos decir que nos olvidamos de nosotros  mismos, bajo el dicho: “bueno, si así está bien…. total, es lo que hay…”

Muchas veces el discurso interno lo sabemos, racionalmente incluso podemos ver donde está “nuestra  trampa”, el tema es cómo salir de ella en beneficio nuestro y sin dejar que el discurso ponga límites a nuestras decisiones.

Cuando uno tiene familia, las decisiones se toman en beneficio del núcleo familiar, pero esto, no impide que sean propias y que por lo tanto seamos consecuentes con ellas. De esta manera uno va construyendo para sí mismo.

Quería compartir esta reflexión con vosotros, pues pienso que  a veces los miedos o lo que piensen o quieran los demás impide que tomemos “solos”  nuestras decisiones, por lo tanto escogemos condicionados el camino por el  que queremos andar.

Os invito a pensar en esta madre (que allá donde esté a mi me sigue iluminando), que demos libertad a nuestros hijos para que sean dueños de su vida, en la medida que les toque por la edad que tienen. Y apliquémoslo  a ellos, pero también a nosotros mismos, pues muchas veces proyectamos nuestros deseos o frustraciones en nuestros hijos, en cierta forma nos olvidamos de nosotros para vivir en ellos algo que hoy quizás  no nos toca y menos nos pertenece.

No hagamos de nuestros niños muñecos programados, que con darles cuerda ya está todo bien, dejemos que ellos programen su andar por la vida acompañados de nosotros y de sus maestros o guías.

Ester Echeverría Noci

¿Qué haces por ti?

IMG_9668Haz una lista de 50 cosas que haces por ti cada día!!sí sí 50 cosas….

Haz una lista de las 50 cosas que haces por los demás?

¿Cuál de las dos te resulta más fácil?

Nos entregamos a quién nos pide ayuda, entendemos que es un acto de amor y desde aquí lo damos todo, o todo lo que creemos que necesita.

Pero, ¿porque nos cuesta tanto prestarnos atención?. Nos tenemos que poner como tarea, meditar, pasear, ir al gimnasio… ¡¡como tarea!! Si nos gusta y nos hace bien, ¿porque no hacerlo automáticamente?

Claro: gana el «debo hacer», «tengo que hacer»,pero…. donde está el: «quiero hacer».

Es una distinción que hay que restarle mucha atención, pues «tengo que»  me resuena a obligación y «quiero hacer» me impulsa a dar un paso hacia delante. La emoción es totalmente distinta en una y en otra. Una me pesa y la otra me impulsa.

Dime ¿qué te vas a regalar hoy? Ese: “ quiero hacer y lo hago!!”

Feliz día

Ester Echeverría

¿Me perdonas? Te perdono

perdón“Perdón”, palabra de tan solo 6 letras pero con un peso tan grande que a veces nos cuesta llevar encima.

El perdón es un principio de respeto para uno mismo y para los que nos rodean.  ¿Qué pasa que cuesta tanto pedirlo? Si tomamos conciencia de que hemos hecho algo que ha podido dañar a alguien, podemos aceptar que hemos podido equivocarnos, aunque para nosotros, estaba hecho con la mejor intención el que lo recibió no lo percibió así.

¿Pedir perdón es igual a mostrar nuestra vulnerabilidad, o a reconocer que nos hemos equivocado  y por tanto que nos toque el ego?

…¿Qué pasa que cuesta tanto? Ni siquiera nos perdonamos a nosotros mismos muchas veces, generamos un mecanismo de defensa, generamos una excusa para que pase como si nada…

Y cuantas veces una discusión, con los padres, cónyuge, hermano, amigo… nos deja mal, pero por lo que sea nos frena ir y tener una conversación que sane esa situación. ¿Para qué no hacerla? ¿Qué beneficio nos lleva tener ese tema cargado en nuestras espaldas? y… llevado más al extremo, ¿qué pasa si mañana esa persona ya no está? ¿Merece la pena?

El perdón tiene que ver con un sentimiento de amor,  es un momento mágico, pues une lo que se rompió, se reconoce un error y repara un daño. El tema está cuando se vive el perdón con un sentimiento de culpa.

Se me ocurre un análisis pseudoetimológico de la palabra perdonar. Per-donar: prefijo per; verbo donar. Per: significa a través, por; donar: regalar, dar. Si tomamos estos significados tenemos: donar a través, donar por; dar a través, dar por. Si aplicamos esto a la forma reflexiva, perdonarse, entonces tenemos estas posibilidades: a través de darse, a través de dar a sí -mismo-, dar por sí -mismo-, dar a través de sí. Ahora incluimos en estas expresiones lo que damos al perdonar, que es amor. Entonces podemos derivar de perdonar: dar por amor, dar a través del amor, a través de darse amor, a través de dar a sí amor, dar amor a través de sí.

Podemos decir que perdonar a quién nos ha hecho daño y aceptar que se equivocó, nos une.

En Coaching, podemos ayudar a dar un paso tan importante como puede ser éste, pasa por el reconocimiento del daño, la valentía de aceptarlo y la fuerza de accionar para repararlo. Muchas veces pasa por perdonarse a sí mismo para perdonar a los demás.

No dejemos pasar la oportunidad de dar o de pedir perdón  tantas veces como sea necesario, pues hecho en el momento es un granito de arena en un desierto, pero suspendido en el tiempo es una roca que cuesta moverla.

Ester Echeverría

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“A veces la vida te pone en situaciones límites…»

luz-lanas“A veces la vida te pone en situaciones límites…” Cuantas veces hemos escuchado esta frase!

Responsabilizamos a la vida, pero pensemos…. ¿será que somos nosotros los  responsables de las decisiones que tomamos para  hagan que la vida suceda tal como está sucediendo?

Si, es cierto, hay momentos en que las cosas se han liado tanto que ya no sabemos por donde tirar. Pongámoslo en imágenes. Un ovillo de lana, tiramos de una punta para empezar a deshacer el ovillo, y resulta que es la punta equivocada, el lío que se hace es enorme. En esta situación podemos, quejarnos de que el que hizo el ovillo tenía que haber escondido la punta del final y bla bla bla… o podemos armarnos de paciencia y con el más delicado cuidado empezar a deshacer el lío que se ha hecho. Cada decisión que tomemos hemos de ver si nos aleja o nos acerca a nuestro objetivo.

Hablamos de responsabilidad, ¿cuan conscientes somos de nuestra responsabilidad en las cosas que nos dan un resultado distintos al que queremos? ¿Cuál es nuestro piloto automático?

A veces responsabilizamos a los otros de lo que nos pasa porque es muy duro asumir que somos parte del resultado conseguido.

Además de hablar de responsabilidad, ¿crees que podríamos estar hablando de miedo? Miedo al qué dirán, miedo al rechazo, miedo a hemos fallado, miedo a la soledad…. ¿Nuestro ego nos permite ser vulnerables?

Todas estas preguntas han surgido porque creo que no somos justos con la vida, culpamos y responsabilizamos fuera las cosas que nos pasan, y sí,  puede ser que fuera esté el punto que hizo que hoy estemos donde estamos, pero ¿quién decidió tomar, escoger, seguir, hacer….? Uno mismo

Busquemos en nuestro interior y reconozcámonos vulnerables, aceptemos que somos responsables de la vida que tenemos y hagamos los pasos que tengamos que hacer para llegar a la vida que queramos, nosotros, como individuo que somos,  para desde aquí poder ser consciente de las decisiones comunes, solitarias… que tomemos para tener la vida que queremos.

Gracias por encontrar nudos en la vida, pues es un paso más que consigo para llegar a la plenitud.

Ester Echeverría

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Las rachas son como el tiempo…

amanecerSon las 6:30 am, parece que el sol tiene ganas de iluminar mi camino pero la luna todavía está presente. Camino hacia la parada del bus, pronto entro a trabajar. Me gusta la paz que transmite la ciudad, puedes escuchar y distinguir mejor todos los sonidos que te ofrece madrugar. Mientras estoy disfrutando de ese silencio matutino, dos voces fuertes interrumpen mi estado de paz. Cuando esas voces se  alejan me quedo pensando en lo que acaban de decir: “las rachas son como el tiempo, tienen que haber buenas y malas. El tiempo tiene que ser cambiante para que haya un equilibrio”.

Me llevé esta frase a mi vida, y pensé: “todo pasa por y para algo”. Estoy en un punto de cambio, y aunque por momentos pueda ver los días más grises que azules, siempre hay un rayo de luz que ilumina mi camino. Sigo mi intuición y acepto que estoy aquí y ahora y que, como dijeron estos chicos, ya vendrá otro día y equilibrará mi vida.

Lo que más me ayuda a poder tener esta paz son: mis valores y  ser fiel a mí misma. Aceptar que la vida son rachas no cambia mi realidad pero posibilita a que pronto vendrá un cambio, sin idealizarlo ni juzgarlo, aceptando que lo que pase será fruto de mis elecciones, desde este punto me responsabilizo de lo que pase y no culpo.

En mi nuevo rol de llevar un equipo de trabajo formado por personas donde los objetivos de vida y las edades son tan distintas, cuando pregunto: “quién hizo esta rotación, o este cambio, o repuso tal cosa… “ la respuesta siempre es la misma (independientemente de la persona): “es culpa mía”… siempre digo lo mismo: “aquí no hay culpas, hay responsabilidades”. Esto me hace pensar que funcionamos con piloto automático,  que estamos entrenados a culpabilizarnos y eso nos frustra porque defraudamos y nos hace sentir mal, pequeños…. Tomémoslo como una responsabilidad y una oportunidad de aprendizaje.

Y tu vida… en qué racha está?.

Un abrazo y feliz domingo

Ester

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

Creemos que…

ayudaa
Creemos que pedir ayuda es mostrar que no has sido capaz de…
Creemos que si pedimos ayuda es porque solos no hemos sido capaces de…
Creemos que si pedimos ayuda sabrán que somos vulnerables.
Creemos y creemos y esas creencias que nos vienen al presente nos ocupan en la mente tanto, que cuesta deshacer ese lió mental.
Si pedimos ayuda es porque lo hemos intentado una y otra vez y necesitamos alguien de fuera para que nos de una visión distinta a la que tenemos.
Si pedimos ayuda somos personas que accionamos y  a pesar de no obtener los resultados deseados seguimos caminando hacia nuestro objetivo, no nos rendimos.
Si pedimos ayuda es porque sabemos que tenemos gente que nos quiere y nos valora y desde el amor nos tiende una mano.
Si pedimos ayuda es porque sabemos lo que queremos, porque lo hemos intentado de todas las maneras, porque sabemos que está aquí no más… pero falta un saltito. 
Pero sobretodo, agradecemos esa mano que a veces sin pedirlo está para apoyarnos.
Esta imagen que se me ha cruzado hoy en mi camino y que quiero compartir contigo es para dar las gracias a todos los que a lo largo de la vida me habéis tendido la mano sin yo pedirla, gracias a los que la habéis tendido cuando os la he pedido. Gracias por tanto amor 
Feliz Semana amigos
Ester Echeverría
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Respetar la decisión de un hijo

Matías Garraf - copia.png

“Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas del ansia de la Vida por sí misma. Vienen a través vuestro, pero no son vuestros. Y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen” Gibran Khalil Gibran

El otro día fui a visitar a la naturista que atiende a mi hijo para comprarle el último libro que ha escrito relacionado con la alimentación y los niños. En un momento salió el tema de los padres y los hijos, de la comunicación, de darles la libertad que necesitan en cada momento….

Me contó que hace poco tuvo una conversación con su hijo menor, la cual voy a redactar a continuación:

“Mamá, mi situación laboral está mal en estos momentos, en las dos orquestas en las que toco han recortado presupuesto y ya no nos dan el sueldo mensual, nos pagan sólo por concierto y en el conservatorio en el que estoy me han rebajado el sueldo, yo así no puedo vivir. Me ha salido la oportunidad de ir al exterior hacer una demostración de violín. Qué te parece??

La madre le dice: “¿a mí me preguntas qué me parece? Es tu vida hijo! Yo ya he vivido mi vida y el día de mañana yo no estaré, haz lo que creas mejor para ti.

El caso es que el hijo terminado dicho trabajo se  fue a la India, país al que ha viajado con anterioridad y donde tiene a su “maestro”.

La madre me sigue contando: “ahora en unos meses tiene que venir y decirnos si vuelve a España o si se queda en la India, pero ya le he dicho a mi marido que tenemos que pensar en viajar a la India el próximo año, pues sospecho que mi hijo se quedará allí”

Camino a casa me di cuenta que estaba dándole vueltas a la conversación que acababa de tener y me pregunté qué es lo que me tenía atrapada de esa conversación. Pensé: “que par de lecciones me acaba de dar”, por un lado: la importancia de respetar la decisión de un hijo  y dándole  libertad a seguir construyendo su camino y por otro lado qué espíritu de vida, más si tengo en cuenta que está madre actualmente tiene más de 90 años, piensa en mañana con ilusión, alegría, con proyección, con ganas de hacer, de vivir!

 Traigo esta vivencia porque cuantas veces se nos hace difícil tomar las riendas de nuestra vida. Anteponemos a los hijos, a la pareja, a los padres…. , a esa  lista de porque sí o porque no hacer tal cosa… damos el peso a todo ello y quizás vamos en contra de lo que realmente nos gustaría, podemos decir que nos olvidamos de nosotros  mismos, bajo el dicho: “bueno, si así está bien…. total, es lo que hay…”

Muchas veces el discurso interno lo sabemos, racionalmente incluso podemos ver donde está “nuestra  trampa”, el tema es cómo salir de ella en beneficio nuestro y sin dejar que el discurso ponga límites a nuestras decisiones.

Cuando uno tiene familia, las decisiones se toman en beneficio del núcleo familiar, pero esto, no impide que sean propias y que por lo tanto seamos consecuentes con ellas. De esta manera uno va construyendo para sí mismo.

Quería compartir esta reflexión con vosotros, pues pienso que  a veces los miedos o lo que piensen o quieran los demás impide que tomemos “solos”  nuestras decisiones y que nos sintamos libres de escoger  el camino por el  que queremos andar.

Os invito a pensar en esta madre que sigue diciendo que demos libertad a nuestros hijos para que sean dueños de su vida, en la medida que les toque por la edad que tienen. Y apliquémoslo  a ellos, pero también a nosotros mismos, pues muchas veces proyectamos nuestros deseos o frustraciones en nuestros hijos, en cierta forma nos olvidamos de nosotros para vivir en ellos algo que hoy quizás ya no toca.

Ester Echeverría Noci

Publicado en Crecimiento personal, inteligencia emocional

¿Quién soy? Depende….

CarlaLlegó Carnaval y con él alegría, risas, fiesta, baile…. Somos capaces de ponernos un buen disfraz y salir a la calle, es más nos metemos tanto en la piel de nuestra caracterización que nos encanta.

Pero dime una cosa: ¿Porque muchas veces no somos capaces de mantener nuestro propio disfraz para ser coherentes con quien somos? Jugamos a qué con los del trabajo me muestro de esta manera, en casa de esta otra, con los amigos… Nos pasamos la vida disfrazándonos… pero ¿Para qué? A mi modo de ver nos ponemos corazas!

¿Qué pasa si somos nosotros siempre? Si  me muestro con mi mejor versión sé que habrá gente que no le gustará, pero piensa esto:

 ¿Le gustas por cómo te muestras o por cómo eres?

Seamos coherentes con nosotros mismos y enseñemos el valor de la transparencia, autoconfianza y amor a nuestros pequeños para que crezcan siendo y sintiendo que son su mejor versión 🙂

Hoy me disfrazo de ESTER 🙂

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Gracias!!

la foto 5Este viernes llegó la recompensa!!

Empezamos este viaje hará unos 9 meses y ha sido un largo caminar por todo tipo de emociones!

Hemos trabajado Inteligencia Emocional desde el Coaching,  desde Coaching por Valores y desde la Programación Neurocaligráfica.

Tres herramientas que juntas dan una muy buena visión de qué está pasando en el aula y cómo abordarlo desde el acompañamiento y la oportunidad, desde el amor que el maestro tiene hacia esa persona con la que comparte tantas horas, hacia el alumno.

Gracias por vuestra implicación y sobre todo por vuestras ganas e ilusión!!

Ha sido un placer trabajar con vosotras 🙂

Ester Echeverría

Publicado en Crecimiento personal, Familia, inteligencia emocional

¿Juegas conmigo?

IMG_4125¿Cuántas veces se lo dices a tu hijo, o tu hijo te lo dice a ti? Reconozco que vivimos a una velocidad extrema, cuando nos queremos dar cuenta, nuestros niños ya no son niños.

Y si reflexionamos ¿Cuánto tiempo hemos disfrutado de ellos realmente?.  En mi caso, diría que mucho, pero si soy sincera, seguro que podría haber sido más, ¿Porqué? Por las prisas, por el trabajo, por las obligaciones, porque estoy cansada… por un montón de escusas, que justifican cada “no” que decimos. Hoy tienen de todo y pueden jugar solos, a la mayoría la tecnología los tiene atrapados y eso de jugar a chapas, hacer bolas en el  arenal cómo si fuera comida, o hacer pulseras para venderlas a 5 pesetas 🙂 ya no va!

No lo juzgo, pero si hoy te dicen que te queda poco de vida, seguro que tú ser y estar va a ser diferente al de hoy. Recuperemos esa merienda junta, inventar historias, o simplemente hacernos compañía en silencio escuchando música y disfrutando.

Nos tenemos que anotar los recuerdos y si no lo hacemos con el tiempo algunos se nos olvidan, no lo puedes creer porque eso era de “jamás me voy a olvidar de esto”, pero así es! Si le preguntamos a nuestros padres, seguro que se acuerdan de nuestra primera inyección o de cuando pasaste la varicela o …. Un montón de cosas. Nosotros llevamos alarmas para todo, si el cumpleaños de fulanito, si la medicina a tal hora, si … ¿Vale la pena vivir a está velocidad?

Recuperemos un poco de nuestra infancia y preguntémosles a nuestros hijos que es lo que les gustaría, y que quieren hacer hoy. Quizás no son los planes que tú tenías previstos, pues programamos hasta  el tiempo libre, ni siquiera  damos cabida a “hacer nada”.

Termino este escrito diciéndote que yo hoy voy hacer lo que el día me de.

Feliz día amigo 🙂

Ester

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VIVIR CON PASIÓN y VOLUMEN

Linda frase verdad? Me he pasado el fin de semana escuchando y buscándole sentido a esta frase en una formación de Reingeniería del Éxito en el Instituto Kimmon impartida por César Martinez.

Y después de mucho reflexionar, creo que he pasado por la vida de puntillas y sin hacer mucho ruido, por no molestar… por el qué dirán… porque no valgo… porque no merece la pena… porque ell@s son mejores, yo no sé…

Dime… ¿se te ha pasado por la cabeza alguna de estas preguntas? Y ¿qué hiciste con ellas?

Pues bien, yo tenía la sensación de estar haciéndome camino, sintiéndome fuerte, dibujando mi futuro y que no me lo dibujaran. Tomaba acciones para seguir persiguiendo mi objetivo, pero sabes que  pasaba…que tomaba acción y tenía claro el objetivo, pero cuando llevaba “dos días” había una excusa perfecta para que me fuera hacer las otras cosas, es que … es que … es que nada…. Excusas.

Vi como preguntaban cual era el objetivo que quieres y que valor te va ayudar a conseguirlo. Pero también vi, que por muy claro que sepa dónde quiero llegar, si no resuelvo, acepto, identifico y por lo tanto “perdono” ese pasado, mi objetivo en la vida va ser perseguir mi objetivo de vida. Paradójico ¿verdad? Sentada, escuchando cómo la gente se sinceraba y veía claro dónde quería llegar, sentía envidia… pues en lugar de motivarme, se caían más fichas de mi vida.

Bienvenidas sean, pero duele…duele ver que sigo en el camino de… A pesar de acabar agotada, quise preguntarle a Cesar ¿y ahora qué?, me dicen que tome fuerzas, me agarre a ese valor que tengo y que me va ayudar y resulta que a mí me cayeron varias fichas y con ellas unos cuantos valores. César me preguntó, ¿qué duele más, la historia que esa niña se hizo del dolor que pasó o el dolor que esa niña sufrió cuando era pequeña? Y claramente le respondí que el de la historia que se hizo la niña.

Eso me ha aliviado, pues descubrí que lo que me duele es la historia que me he hecho de mi vida y esa historia es la que me ha atado y bloqueado a conseguir mis metas. Si deshago esa creencia, por tanto ROMPO BARRERAS, me sentiré libre, ligera y preparada para comerme el mundo, para conseguir mis metas, para despegar.

Estaré preparada por si me mandan limones poder hacer limonada.

Gracias!!!

Ester Echeverría

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Abre la luz y mira al espejo…

autonomia

Abre la luz y mira al espejo,

Una bella persona reflejada en él se ve

Todo brilla a su alrededor pues

Orgullos@ está de lo que ve.

Con gran atención se mira,

Observa lo que está más allá de la imagen reflejada,

Niñ@ alegre y feliz, su sonrisa

Contagia a quien le rodea.

Emocionad@ de haberse aceptado como es,

Pues por encima de todo se quiere.

Tiene un cuerpo, una mente y un espíritu muy valioso y por todo ello se siente

Orgullos@ de ser como es.

¿Qué Autoconcepto tienes… y qué características tiene?  ¿Te resulta satisfactorio, o qué cambiarias?… Te invito a compartir tu reflexión!!

Ester Echeverría

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

Queridos amigos cuántas veces decimos “he perdido el norte”.

phontoLevántate, pon foco y dispara!!! Este ha sido mi objetivo desde que me di cuenta que estaba sobreviviendo mi vida y no viviéndola. Por esas casualidades de la vida me encontré con el Coaching y pensé que podría ser interesante para mí. Me certifiqué al mismo tiempo que hice una toma de conciencia de mi vida. Digamos que me sirvió para aceptar y superar cosas, para crecer. Hace un tiempo me mandaron un mail para ir a un seminario, el cual no llegué a leer (creo) porque son tantas invitaciones a eventos relacionados con el crecimiento personal, que al final uno se embota de tanta información. Finalmente me llamaron por si podíamos tener un encuentro y así me explicaban personalmente. Me encontré con Lluís y me contó sobre el seminario era Buena Letra y Buena Vida. Y Gracias a esa insistencia (gracias Lluís) hoy estoy cursando ya el Máster en Entrenamiento Grafotransformador y tengo que decir que me encanta. Es la herramienta que me faltaba para decir, ahora sí he encontrado como hacer de mi pasión mi trabajo.

Os cuento, hará unos 25 años cursé la carrera de magisterio, no era mi primera opción, pues yo quería hacer INEF pero un accidente esquiando me lo impidió. Así que opté por magisterio porque me encantan los niños y su mundo. Quizás porque su mundo suele ser más sincero que el de los adultos. La vida me llevó hacer otras cosas y esa carrera quedó como parte de mi aprendizaje. Hará tres años llegó el Coaching y aquí empecé a pensar que quizás tocaba recuperar mi primera carrera y unirla al Coaching, es por ello que nació Coachingandkids. Me encantaba la idea, pero digamos que me faltaba acción, el conocimiento estaba pero… qué me pasaba que no terminaba de arrancar? Aquí llega Kimmon, el Máster de Entrenamiento Grafotransformador, este método es el resultado de la investigación de diez años que ha llevado a cabo el profesor Joaquim Valls, partiendo de la neurología, la psicología positiva y la terapia cognitiva. Mejoramos la autoaceptación, la gestión emocional, empatía, desarrollamos la perseverancia, proactividad y extraversión y aumentamos el optimismo, paciencia y gratitud.

Genial, si esto lo sumamos al Coaching y a niños tengo mi cajita de conocimientos con un lindo lazo, lazo de tela hecha a base de conociemientos y herramientas poderosas. ¿Será la grafotransformación? No lo sé, pero tengo que decir que estoy consiguiendo cosas que jamás hubiera pensado. He pasado a la acción, tengo ganas de decirle al mundo que ya estoy lista para poder hacer lo que me gusta, tengo muchas ideas, la cabeza de repente me va a mil y curiosamente duermo mal y es porque no paran de venirme ideas y más ideas de cosas que se pueden hacer. Duermo poco, pero estoy feliz, porque me veo creando y a la vez trabajando en lo que me gusta. He descolgado el teléfono y he llamado a escuelas y les he dicho os quiero contar algo y si alguna vez creéis que os puede servir, decírmelo. He tenido alguna entrevista y me preguntaban, ¿exactamente que me estás pidiendo? Y mi respuesta es, no te pido, te cuento y si te sirve o sabes de alguien que le pueda servir dime y trabajamos juntos. Desde cero, todo lo que me venga será genial, pues tengo cero! Pero lo que si tengo claro es lo que no quiero! Y mientras tenga cosas materiales de las que pueda deshacerme para vivir, seguiré poniendo el foco en mi pasión para que sea ella la que me genera recursos para vivir. En mi anterior trabajo, estuve 13 años y decidí irme, pues me di cuenta que me sirvió económicamente, pero creo un blanco en mi vida importante y eso no quiero que vuelva a suceder.

Gracias a tod@s!

Ester Echeverría

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, Distinciones, inteligencia emocional

A veces nos aferramos a las palabras…

1535030_10151875709901006_733279413_nA veces nos aferramos a las palabras como lo más importante en nuestra vida, pero hay tantas cosas que se dicen en silencio. Si observáramos más nuestro entorno y no nos dejáramos llevar por el que dicen o el qué dirán viviríamos tan felices! Nos preocupa tanto la imagen que hemos de dar, no digo imagen solamente física, sino nuestra manera de ser, de tomar decisiones, de pensar… Acabamos creando personajes clónicos de nosotros mismos (físicamente hablando) y emocional y personalmente somos diferentes. Dime: ¿te muestras igual, en el trabajo, en casa, con los amigos, en la facultad….? o muestras una parte de ti, adaptada al entorno en el qué estás en el momento, o… no te muestras por miedo al qué dirán. Cuantas veces queremos agradar y por ello hacemos cosas que no van con nosotros. OK, me puedes decir que quizás no irías a casa de tus suegros, o de ese amigo… pero bueno, vas por cortesía y por respeto a tu pareja, a tus otros amigos… está bien, digamos que lo haces con una intención, por respeto hacia alguien a quien quieres mucho. El tema viene cuando hacemos algo para agradar a otro y este algo no va con nosotros, no somos así, pero con tal de “no perder” a esa persona lo hacemos. ¿En qué lugar nos ponemos? Dejemos de pensar cómo quieren que seamos y seamos nosotros mismos.

Volviendo al inicio, antes de dar una respuesta observemos qué nos quieren decir, que nos quieren transmitir y evitemos que nos salte el «chip» por suponer o por interpretar. Observemos sus palabras, a veces una “,” puede cambiar el sentido de la frase, observemos su corporalidad, su emoción… quizás si nos ponemos en un mismo plano, resulta que podemos conversar y no discutir y podemos conversar porque entendemos lo que nos quiera decir aunque no estemos de acuerdo y no sintamos lo mismo, hemos de poder conversar teniendo distintas opiniones y no entrar en la fácil de discutir por un tema…

A veces las relaciones no son difíciles, las hacemos difíciles.

Ester Echeverría

Publicado en Coaching, Crecimiento personal, inteligencia emocional

Soñemos…

la foto (3)Seamos como niños, dejémonos llevar por nuestra imaginación! Soñemos!!

Hoy nos dicen que proyectemos a dónde queremos llegar  y tracemos un plan de acción. ¿Qué hubiera pasado si esto nos lo hubieran dejado hacer desde chicos? ¿Qué sería de nosotros si hubiéramos tenido la libertad de seguir nuestros sueños en lugar de pensar en qué tengo que estudiar, para trabajar y así poder mantenerme y mantener a mi familia?

Creo que desde la libertad del sentir y del pensar hubiera llegado más lejos, si me hubiera dejado llevar por hacer lo que me apasionaba, hoy mi vida sería distinta. No la cambio, pues todo es un aprendizaje, pero sí puedo decir que soy una defensora de que los niños sean personas con capacidad de decisión y de reflexión, de autoaprendizaje por probar, por jugar, por ensayo/error y sacar conclusiones.

Un niño aprende mucho más cuando experimenta que cuando le dicen: “esto sí, esto no, porque lo digo yo, adulto y con más experiencia que tú”.

Hoy nos dicen que busquemos a nuestro niño interior, y ¿si en lugar de buscarlo lo hubiéramos cogido de la mano desde pequeños y hubiéramos caminado juntos por la vida? 

¿Crees que tu vida sería distinta a la de hoy?….

Cuenten, pues de la experiencia y el compartir se aprende mucho…

Ester Echeverría